Ya de por sí fuente de placer, practicar sexo asiduamente , además, reducen de forma drástica la liberación de cortisol, la hormona del estrés, si es que se pueden extrapolar los resultados obtenidos con ratas en un reciente estudio llevado a cabo por Benedetta Leuner y sus colegas del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton publicado por la revista científica PLoS One.
Este efecto no se producía en una relación sexual aislada, tal y como demostraron con roedores. El sexo puntual, así como el deporte, aumenta a corto plazo los niveles de cortisol. Pero múltiples experiencias sexuales a diario, sin embargo, lo reducen.
A este efecto hay que sumarle que practicar sexo a menudo aumenta la neurogénesis (formación de nuevas neuronas) y el número de conexiones entre células nerviosas. Es decir, que el sexo hace que sintamos más, y no sólo durante el sexo
Ratas adultas fueron expuestas a una hembra sexualmente receptiva una vez (aguda) o una vez diariamente por 14 días (crónica) y se midieron sus niveles de circulación glucorticoide… Los resultados mostraron que experiencias sexuales agudas incrementaron los niveles de circulación corticoide y el número de neuronas en el hipocampo. La experiencia sexual crónica dejó de producir un incremento en los niveles corticoides pero continuó promoviendo la neurogénesis y estimuló el crecimiento de la espinas dendríticas y la arquitectura dendrítica. La experiencia sexual crónica también redujo el comportamiento relacionado con la ansiedad.
Sitio Oficial | Plos One
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