Por mucho que uno estudie o lea sobre fotografía, la auténtica manera de aprender fotografía es practicarla, salir con la cámara y enfrentarse al mundo real en el que debemos buscar, encontrar y, a veces reaccionar rápido, para tener nuestra foto. Como excusa para salir a hacer fotos y pasar un rato divertido aprendiendo, os propongo tres sencillos ejercicios para mejorar en nuestras fotografías.
Buscar las formas que nos rodean
La composición sirve para ordenar los elementos de una fotografía para facilitar la lectura al espectador. Muchos de los elementos que fotografiamos tienen una forma geométrica, son líneas, triángulos , cuadrados, rectángulos, círculos y se convierten en elementos muy interesantes en nuestras fotografías si somos capaces de hacer ver al espectador esas formas.
Ejercicio: salgamos de “cacería” en busca de formas geométricas y compongamos nuestras fotos con ellas. Buscaremos cinco triángulos, cinco cuadrados y cinco círculos. Los triángulos se pueden formar de manera más implícita, relacionando varias líneas, y los cuadrados y círculos serán objetos reales que aislemos.
Resultado: Con este ejercicio conseguiremos entrenar el ojo para que rápidamente vea esas formas geométricas y seamos capaces de visualizar más rápido nuestras fotografías. El principio del ejercicio suele ser lento, tardamos en encontrar las primeras formas, pero una vez hemos empezado resulta difícil parar.
Distancia focal y ángulo de visión
Controlar el fondo de nuestras fotografías es muy importante cuando fotografiamos algo en primer término y tenemos más objetos en el fondo. Podemos usar el foco selectivo y desenfocar el fondo usando poca profundidad de campo, pero a veces no es posible y tenemos toda la fotografía enfocada. Cuando ésto pasa, el ángulo de visión afecta a cómo se va ver el fondo y la distorsión que tendremos.
Ejercicio: Fotografiar tres veces lo mismo, y cuando digo lo mismo es que tiene que salir del mismo tamaño, en las tres fotografías, el objeto o persona que fotografiemos. En la primera fotografía, usaremos la distancia focal angular de 18mm. En la segunda, usaremos la distancia focal de 35 mm. que sería la normal y en la tercera fotografía, usaremos un tele moderado, por ejemplo 55 mm o 70 mm. Ojo, esto es si usáis una cámara con sensor APS-C, si tenéis una 4/3, las distancias focales serán 12mm para el angular, 25mm para el normal y 50mm para el tele. Para los que hacéis el ejercicio con una compacta, tendréis que calcular a ojo y para los que usáis Full Frame, las distancias focales pueden ser 24mm, 50mm y 70mm.
Resultados: El objetivo del ejercicio es ver cómo se va comprimiendo la imagen a medida que vamos aumentando la distancia focal. La fotografía hecha en angular separa más los objetos, tenemos el fondo más lejos y deformamos más. Cuanto más distancia focal, menos deformamos, el fondo está más cerca y todo se comprime. No hay una fotografía más correcta, pero sí un cambio de estética de una fotografía a otra y de eso es lo que nos tenemos que dar cuenta. Si abusamos del angular en nuestras fotografías porque suele ser más cómodo, el resultado son imágenes con muchos elementos en el fondo, lo contrario de lo que nos interesa, que es tener el fondo limpio.
Bloquea tu distancia focal
Casi todas las cámaras que se venden en la actualidad vienen con un objetivo zoom, el famoso 18-55mm. o, con suerte, algo más de rango. Esto da mucha versatilidad a nuestro equipo, ya que nos permite realizar diferentes tipos de fotografía con un único objetivo. Pero como hemos visto en el ejercicio anterior, también puede jugar en contra en algunas situaciones si no somos conscientes de qué distancia focal usamos y cómo reacciona.
Ejercicio: Durante todo un día en el que tienes planeado hacer fotos (una excursión, una fiesta o un paseo por la ciudad), mantén fijo tu objetivo en una distancia focal, como si se tratara de un objetivo fijo. Yo os recomiendo empezar por bloquear el zoom en la distancia focal normal, 35mm. para una APS-C, 25mm. para una 4/3 y 50mm. para una Ful Frame.
Resultados: Lo primero que nos damos cuenta es la pérdida de versatilidad que tenemos con el zoom. Lo segundo, es que todo queda o demasiado cerca o demasiado lejos y aquí está lo realmente interesante. Tenemos que movernos, acercarnos a las cosas si nos interesa sacar un detalle o alejarnos para que todo entre en el campo de visión. Pero lo más importante de este ejercicio, es que tendremos que componer mucho cada fotografía para cubrir las limitaciones de trabajar sólo con una distancia focal.
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