Hacer autorretratos no es nada fácil. Si lo has intentado alguna vez, te habrás dado cuenta de lo que digo. El encuadre y, sobre todo, el enfoque, son dos parámetros clave para conseguir un buen autorretrato. En las siguientes líneas te doy una serie de consejos para que la próxima vez que lo intentes tengas menos problemas. ¿Te interesa?
Estás avanzando con el uso de tu cámara. Has empezado a jugar con los controles manuales, alguna noción de iluminación, y te empiezas a interesar por algunas temáticas. El retrato es una de ellas. Y no hay mejor modelo que tú mismo.
Y es que eres guapo, eres simpático, algo gracioso, y no tienes ningún pudor en posar para la cámara. Bueno, posiblemente no cumplas ninguna de estas premisas y lo sabes, pero lo cierto es que te da verguenza llamar a alguien para que haga de modelo para tí. Y es que estás haciendo tus primeros pinitos en el mundo de la fotografía y aguantar una sesión fotográfica contigo puede resultar un poco duro…
¿Qué mejor modelo que tú? Vamos a olvidarnos de la belleza y la expresividad delante de la cámara. Lo que seguro que tienes es paciencia. Con paciencia y algo de tiempo libre te puedes montar tu propio estudio fotográfico en casa y depurar la técnica todo lo que sea necesario. Así que, vamos a empezar.
El encuadre
Parto de la base de que estás usando un trípode. Tienes la cámara montada en el trípode y estás de pie o sentado frente a la cámara. Puedes disparar con el temporizador o usar un disparador remoto.
Si todavía no tienes un disparador remoto, creo que deberías leer el artículo en el que cuento cómo conseguí mi disparador remoto por menos de 5 euros.
A la hora de realizar el encuadre no tendrás demasiados problemas siempre y cuando se trate de un retrato en plano entero a plano medio corto (expliqué los distintos tipos de plano en retrato fotográfico en éste artículo). Además, es probable que te toque reencuadrar posteriormente con una herramienta de edición fotográfica como Photoshop para encuadrar correctamente la foto.
Para primeros planos o detalles el encuadre te costará un poco más, ya que cualquier mínimo movimiento te sacará de la foto.
Por eso, independientemente del tipo de plano que utilices, recuerda el siguiente consejo: pon un espejo detrás de la cámara, de modo que puedas ver reflejado el resultado de la foto que aparece en el LCD durante el disparo o después de disparar, según el tipo de cámara que tengas.
El Enfoque
Si el encuadre te ha dado algún quebradero de cabeza, el enfoque te va a sacar de quicio completamente.
Y es que es relativamente normal que la cámara presente ciertos problemas a la hora de enfocar, con el consiguiente resultado de que no salga enfocado lo que tu quieras, o simplemente todo aparezca desenfocado en la foto.
Mucha gente hace fotos y fotos con la esperanza de que alguna sea salvable. Pero hay una serie de medidas que puedes aplicar para ahorrarte este método tan tedioso de prueba y error.
Estas son algunas de las opciones que puedes utilizar:
1. Cierra el diafragma
Esta opción es la más sencilla, pero posiblemente la peor.
La clave de un buen retrato es centrar la atención en el punto de mayor interés (normalmente los ojos). Esto se consigue con diafragmas abiertos, o lo que es lo mismo,profundidades de campo pequeñas.
Cerrando el diafragma asegurarás que la parte enfocada en la fotografía sea mayor, con lo que aumentas la probabilidad de salir enfocado todo tú, pero perderás el poder compositivo que te otorga la profundidad de campo.
Pero si no quieres curarte en salud (y harás bien), el resto de opciones te serán muy útiles.
2. Enfoca sobre un objeto
Sitúa en la posición donde vayas a estar tú después un objeto que te permita enfocar la cámara para bloquear a continuación el enfoque pasando a enfoque manual.
Te servirá cualquier cosa como un muñeco de peluche o una almohada.
3. Enfoca al revés
Lo que marca el enfoque es la distancia. Puedes coger la cámara desde el punto donde te vayas a poner tú y enfocar en la dirección donde vaya a estar situado el trípode.
La distancia entre el trípode y la posición donde vayas a estar es la misma que desde donde estés y el trípode. Fija el enfoque de ese modo y sitúa finalmente la cámara en el trípode.
4. El método de la cuerda
Este mecanismo te permitirá trabajar con aperturas de diafragma grandes. Si quieres ajustar mucho el enfoque, puedes atar una cuerda a la cámara (por ejemplo en la báse del trípode) y tensarla desde la cámara hasta tí.
La cuerda tensa te dará la distancia exacta entre la cámara y tú. Fijate en esa medida y ajusta el enfoque de forma manual con el registro que hayas marcado con la cuerda.
5. Ayudate de cinta adhesiva
Si estás posando de pie, puedes hacer una marca en el suelo con cinta adhesiva. De est emodo sabrás donde te tienes que colocar siempre, a la hora de jugar con el enfoque manual de tu cámara.
6. Ayúdate de una luz
Este es el método que me ha resultado más efectivo sin duda. Para ello necesitarás el disparador remoto.
Con la habitación a oscuras, ayúdate de una pequeña linterna para enfocar la parte del cuerpo que deseas enfocar, como por ejemplo un ojo.
El punto de luz ayudará a la cámara a enfocar, y el enfoque se realizará sobre el punto iluminado. Es un metodo que suele resultar bastante fiable y te permitirá hacer primeros planos o detalles con una precisión inimaginable.
Sacado de http://www.dzoom.org.es/
Sacado de http://www.dzoom.org.es/
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