La fotografía documental es esencial para arrojar un poco de luz a historias que habitualmente pasan desapercibidas. El joven fotógrafo noruego de la agencia Magnum Jonas Bendiksen es un exponente claro. Su talento y su trabajo le llevan a mostrar historias humanas muy valiosas que no suelen ser caldo de portadas en medios de comunicación.
Se puede denominar fotografía de denuncia, pero es simplemente una de la cualidades de la fotografía documental al más puro estilo periodístico. Jonas Bendiksen es un buen ejemplo y puede servir de inspiración para los que quieran saber cómo afrontar retos fotográficos arriesgados, pero siempre bien valorados. Al menos, en el caso de Bendiksen siempre ha sido así, puesto que ha recibido numerosos premios en su carrera a pesar de su juventud.
Retratando la dignidad humana en entornos extremos
Sin embargo, sus inquietudes fotográficas le llevaron desde Londres a la lejana frontera rusa, donde vivió hasta que fue deportado, investigando y documentando cómo vivían las comunidades más aisladas y menos conocidas de este país. Su trabajo se publicó en 2006 bajo el título de ‘Satellites’.
Poco después, con ayuda de una beca (de la Fundación Alicia Patterson) y, ya realizando colaboraciones también con National Geographic, se embarcó en otro proyecto de características similares. Mostrar a comunidades poco conocidas, a una minoría de población que nunca aparece en las portadas.
Jonas Bendiksen: ‘The places we lived’
Bendiksen ha cosechado algunos premios, como mencionaba, destacando el World Press Photo, Pictures of the Year, el Infinity Award del International Center of Photography. Otro trabajo documental, centrado en la vida en Nairobi y titulado ‘Kibera’ fue publicado en Paris Review y con el ganó el National Magazine Award en 2007.
Fotos | Magnum
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